El Águila Azul
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Nuestros Mundos

El mundo es maravilloso y terrible a la vez. Siempre lo ha sido. Vivir se asemeja mucho a una lucha constante, con algunos momentos felices y disfrutables, y una catarata de problemas y realidades que nos golpean más de lo que nos gustaría.
Debemos aprovechar al máximo las enseñanzas que a cada paso recogemos, aprender a vivir más simples y a crear y multiplicar los momentos felices.
Así y todo, las personas necesitamos nuestro cable a tierra, necesitamos sobre todo crear mundos interiores. Necesitamos entender que el mundo allí afuera no es ni por lejos todo lo que existe.
Somos mundos en sí mismos, mundos que podemos enriquecer y vivir plenamente. Y creamos pequeños mundos también dentro de nuestro mundo interior.
Estos mundos pueden abrirse ante nosotros volando a través de las letras de un libro, escribiendo o quizá dejando fluir nuestras emociones por medio de la pintura o la música.
No sólo el arte abre mundos dentro nuestro, también pueden hacerlo las actividades recreativas, la ayuda solidaria, la reuniones con amigos. Algunas son en solitario, otras relacionándonos con otras personas.
Con el mundo de allá afuera debemos fluir y aceptarlo con sus cosas buenas y también con las malas e incluso las terribles.
En cambio a los mundos nuestros, los que creamos, podemos elegirlos. Y pueden ser tan maravillosos como el mejor de los cuentos más felices y a la vez ser totalmente reales.
Quizá lo que nos diferencie, en verdad, de los animales y nos haga verdaderamente libres sea justamente nuestra capacidad de crear nosotros mismos nuestros propios mundos.
¡Hagámoslo!

Sergio W

Efímero amor

Adolorida ya por tu pasado
huiste a mí silente y escaldada
de sueños, y encontrarte enamorada
de mí, tus verdes ojos han rogado
Cobijo me has pedido y esperanza
para tu alma, que estaba ansiosa y triste
lo sé porque tú fuiste que dijiste
que el pasado doliente no te alcanza
Y en mi pecho dormiste temblorosa
abrazaste mi cuerpo con ternura
y empecé yo a quererte con locura
como quieren los tallos a sus rosas
Y esa noche al amor nos entregamos
furiosos hasta entrar la madrugada
tu piel junto a mi piel quedó sellada
eterno fue el amor que nos juramos
Más que eterno fue efímero ese amor
tú tanto me quisiste poseer
que amor se conjugaba con dolor
y dolor se conjuga con perder
Al final yo no sé si me quisiste
pero sé que te quise en realidad
por querer poseerme me perdiste
¡Que otro nombre de Amor es Libertad!

Sergio W

 

A Vuelo de Águila

La consciencia es un espasmo del caos.