El Águila Azul
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El ego de Marian


Unas cosquillas. Una ráfaga fresca que va y viene. Un vendaval de sueños de colores que me vuela el pelo. Una corriente de aire ascendente que me eleva y me eleva y me eleva. Me suspende. Luego algo me arranca de repente de ese espacio, me desplaza un kilómetro en tres segundos. Y se frena. Y de nuevo me transporta a otro sitio en segundos. Y de nuevo. Y de nuevo.
Por fin mi mente controla mi cuerpo y bajo lentamente.
He notado que tengo alas (no se ven). Nadie las ve, o eso creo.
De pronto me río sin saber por qué. Pero en mi mente no dejo de ver pinturas que nunca antes había visto. Están por todos lados. Algunos colores tampoco los había visto jamás. No hablo de tonalidades entre colores conocidos, es como si nunca hubieses visto el azul y de pronto lo vieras.
Jamás pensé que pudieran existir colores más hermosos que el azul pero ahora sé que existen. No sé dónde puedan existir, pero los vi.
¡Mucho hambre! Me muero de hambre de repente. Una manzana estaría bien normalmente para media-mañana. Nada: tengo más hambre.
Un plátano generalmente es un alimento suculento que calma cualquier hambre urgente: más hambre.
De pronto percibo que en realidad no necesito ingerir alimentos. El hambre que siento es un hambre distinto; no es del cuerpo.
El alma también necesita alimentarse, pienso.
Casi involuntariamente estiro mi brazo, tomo un libro de mi biblioteca y comienzo a leer poesía. No puedo parar pero me alivia. Siento saciedad. Comienzo a sonreír. Otra vez las cosquillas, pero no puedo rascarme, creo que están mucho más adentro del cuerpo. Para ser más preciso, más allá del cuerpo.
Noto excitado que en mi mente veo claramente figuras exquisitas que van transformándose a medida que leo cada verso. Nunca antes me había sucedido una cosa así.
Es como si sensaciones distintas comenzaran a ser percibidas por mí, pero con la certeza de que siempre estuvieron ahí.

Adiós Sandro de América


"La noche se perdió en tu pelo
la luna se aferró a tu piel
y el mar se sintió celoso
y quiso en tus ojos,
estar él también"

Esta noche partió una leyenda
se quebró el tallo de la rosa rosa
se quedó su magia metida en las cosas
se llamó a silencio la Penumbra eterna


Por ese palpitar que se ha apagado
por tantos labios de rubí que no has besado
se quedó tu corazón pidiendo "fuego"
susurrando "yo te amo, yo te amo"


Y al final unos que se quedan
y al final los mitos se van
y al final nos queda la leyenda
Y al final, al final, la vida sigue igual...


Sergio W

Gente Necesaria

Hay gente que con solo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
Nos invita a viajar por otras zonas,
Nos hace recorrer toda la magia.


Hay gente que con solo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con solo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.


Hay gente que con solo abrir la boca
Llega a todos los límites del alma,
Alimenta una flor, inventa sueños,
Hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada


Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente que es así, tan necesaria.


Hamlet Lima Quintana
 

A Vuelo de Águila

La consciencia es un espasmo del caos.